CONDENAN A UN SUIZO A LATIGAZOS Y LA CARCEL POR PINTAR GRAFFITIS EN UN TREN

En la ciudad está prohibido comer chicle y cuenta con duras multas por tirar basura, además de con la pena de muerte por tráfico de drogas

Toñi León/diarioDirecto 26/06/10

Un ciudadano suizo ha sido condenado por un tribunal de Singapur a ser azotado y a cinco meses de cárcel por haber pintado un graffiti en uno de los vagones del metro. Oliver Fricker, de 32 años, fue condenado al mínimo de tres azotes con una vara de ratán y a cinco meses de cárcel tras declararse culpable de entrar en el depósito del metro de Singapur el mes pasado y pintar con spray las palabras "McKoy Banos" en dos vagones.

El acusado estaba acompañado por un hombre identificado como Lloyd Dane Alexander, un británico, que estaba en Singapur sólo durante tres días, según la acusación. Singapur había pedido la extradición de Alexander, quien consideraba que estaba en Hong Kong.

McKoy Banos son las firmas de una pareja que goza de gran popularidad entre los 'graffiteros'. No está claro si Fricker, un consultor de nuevas tecnologías que trabaja en Singapur desde 2008, y Alexander son en realidad esta pareja o unos imitadores.

"Esta fue una conducta criminal calculada, era plenamente consciente de la naturaleza criminal del acto y debe estar preparado para enfrentarse alas consecuencias", defendió el juez See Kee Oon.

Fricker escuchó el veredicto sin mostrar ninguna emoción. Su abogado, Derek Kang, dijo que apelará la sentencia. Singapur no hace públicas las fechas en la que los condenados son azotados.

La ciudad-estado tiene prohibido comer chicle y cuenta con duras multas por tirar basura, además de con la pena de muerte por tráfico de drogas. La tasa de delincuencia en este país de cinco millones de habitantes es de las más bajas del mundo.

Las leyes contra el vandalismo de Singapur saltaron a las noticias en 1994 cuando el adolescente estadounidense Michael Fay fue azotado por provocar daños a coches y propiedades públicas, pese a que el Gobierno estadounidense pidió clemencia, incluido el propio presidente Bill Clinton.


Leyes duras y criminalidad baja... Después los zurdos de acá dicen que la mano dura no sirve.